WLwos lamentables incidentes ocurridos durante la manifestación convocada el sábado en Madrid por la Asociación de Víctimas del Terrorismo revelan que hay en España un sector ultraderechista que se ha movilizado en un momento político muy delicado para el país tras ser jaleado desde determinados medios de comunicación.

Quienes insultaron, abuchearon y, en algún caso, intentaron agredir a los representantes del Gobierno y del PSOE presentes en el acto lo hacían con consignas prefabricadas por quienes expanden la falsedad de que sólo el PP planta cara a los terroristas y defiende a las víctimas. Curiosamente, buscaban elevar la crispación en un momento en el que se han abierto ciertas esperanzas de acabar definitivamente con el terrorismo de ETA.

Pero la ruidosa reaparición de los ultras se produce también en pleno debate democrático sobre la reforma de la Constitución y de los estatutos autonómicos de Cataluña y Euskadi. Que los energúmenos que trataron de agredir al ministro de Defensa, José Bono, vitorearan al exministro del Interior Angel Acebes demuestra que al amparo de las víctimas del terrorismo se esconden quienes no han aceptado el resultado de las elecciones del 14-M.