Soy padre de dos niñas y, como muchos de ustedes que comparten la pasión de ver crecer a sus hijos, siento que el mundo les recibe vulnerables hasta que el paso del tiempo les ayude a afrontar los desafíos de la vida. Por eso me impresionó esta semana compartir la experiencia de la familia de Dailyn , la niña cacereña de 19 meses afectada por una parálisis cerebral, con quien se ha volcado el barrio de Moctezuma para que pueda ser tratada por médicos en Cuba, el país de origen de su padre. Guardando las lágrimas para la intimidad, los familiares de la pequeña han decidido dar un paso hacia delante y pelear por lograr una segunda opinión de los facultativos para confiar en que algún día podrá recuperarse. Dailyn, que no puede andar ni tragar si no es con un biberón, es testigo de todo: de la entrega de sus abuelos Ana y Julián , preocupados por la salud de su nieta y emocionados por el apoyo popular que han recibido; por el cariño infinito de sus padres Jenrrys y Ana , entregados a que no pierda la sonrisa con la que les alimenta de fuerza de cada mañana... Juntos, con la ayuda de empresas y vecinos, han sido capaces de organizar una gran gala solidaria el 10 de noviembre para poder viajar a Cuba. Cuando Dailyn sea mayor algún día y se haya hecho fuerte, alguien le dirá que tuvo la suerte de que sus familiares fueran unos héroes, que lucharon porque pudiera pasear por el parque. Una demostración de generosidad impagable por la que sus padres sentirán que la vida vale la pena, un ejercicio de que su vulnerabilidad se hizo fortaleza gracias al cariño que recibió. No hay mejor lección, creo. De las que enseñan a vivir.