El Festival Womad no es sólo un evento musical de macroconciertos. Alrededor del Womad se crea un ambiente multiétnico y buenos propósitos que anidan en el corazón de muchos. Me he decidido a escribir estas líneas porque hoy, cuando venía del trabajo (a las siete y media de la mañana, más o menos), al pasar por la Ronda del Carmen, un chico y una chica me saludaban efusivamente desde un balcón en un último piso... Yo les devolví el saludo. En otra situación o momento, este hecho hubiera sido casi absurdo, pero en estos días el "buen rollo" campa a sus anchas por nuestras calles y hace que madrugadores y trasnochadores nos miremos de otra manera, porque, después de todo, también yo he sido hijo de la noche y la madrugada. VICTOR M. JIMENEZ ANDRADA Cáceres