TEtmpiezan a dejarse ver con naturalidad. Hasta hace poco, por vergüenza y por miedo, envolvían su naturaleza con un pellejo opresor que los anulaba; y si no lo hacían se las veían en una lucha desigual con la autoritaria moral, la inflexible intolerancia o la humillante burla. Dejarse ver y sentir sólo estaba permitido a los que amaban a semejantes de sexo contrario.

Estos son los otros. Son esos otros que se han amado entre ellos desde el principio de los tiempos, esos a los que no hace mucho se los consideraba degenerados y se les aplicaba la ley de vagos y maleantes. Son esos mismos que no estorban a nadie, que no hieren a nadie, y cuya presencia y condición no deberían ofender a nadie, aunque por desgracia todavía hay quien los desprecia.

Lamentablemente es posible dar con gente cuyas mentes se van estrechando como la cánula de un embudo cuando se habla a las claras, sin tapujos y sin vergüenzas, de las muchas maneras que existen de amar y ser amado. No hace muchos años sólo se sacaba a la luz el amor entre un hombre y una mujer si estaban canónicamente casados. Pero bajo el subsuelo de una moral atenazadora existían muchas bocas y manos que se deseaban y se rozaban evitando que nadie lo supiera.

La homosexualidad era considerada asunto de amantes imperfectos y estaba condenada a la oscuridad. También ocupaban el ostracismo los casos de muchos amantes de buena posición que poseían concubina --o mujer mantenida-- a la que incluso facilitaban una vivienda donde ésta vivía como una reina y él era recibido con honores de esposo. Sin embargo, esta última forma clandestina e impune --ya que existía una vilipendiada: la verdadera esposa-- de vérselas con el amor, solía ser un secreto a voces que las autoridades morales no condenaban por la distinguida condición social del impuro. Incluso, paradójicamente, estos amantes extraconyugales se permitían acosar a los amantes del mismo sexo.

Hoy los homosexuales ejercen su derecho a amar, aun sabiendo que existen personas que conocen ese verbo, pero no todas sus conjugaciones.

*Pintor