TVtaya polvareda, por los clavos de Cristo! Una dama, recién, me pone de chupa de dómine y casi me acusa de corruptor de niñas . ¡Dios me libre! Se conoce que no ha leído bien. Creo que dije que Pazos y yo nos juntábamos con unas muchachas amigas nuestras y en la oscuridad del cine amagábamos desacertadamente en repetir lo que seguro que han hecho millones de muchachos y muchachas desde la noche de los tiempos. A esa dama airada le ha sentado fatal mi ocurrencia. Tal vez a ella...

Un caballero me tilda de homófobo y le contesto que su condición sexual, como la de cada quisque, me importa un bledo, y que no he faltado en absoluto a los que tienen otra sexualidad distinta a la mía.

Me pregunta también que si la letra con sangre entra. Evidentemente no, pero sucede que hay casos, y yo soy uno, a los que unas leches a tiempo nos evitaron estar gastando el dinero de nuestros padres en vano, y nos condujeron por el camino de la aplicación y el estudio. Saque usted la conclusión que le apetezca.

Un notable tergiversador nos acusa, supongo que a mí sobre todo, de vilipendiar la película de Almodóvar, cuando nunca jamás he emitido un juicio sobre la misma, sino sobre unas declaraciones que el famoso director hizo una noche en un programa de televisión.

Item, nos acusa de fustigar y ofender a modernos, progres y a no sé cuántos más. Si uno no comulga con lo que diga un santón, un icono o una vaca sagrada de la modernidad más irrespetuosa, le zurran de lo lindo y sin contemplaciones.

Acabemos, que esto ya empacha. Repito: de lo que dice el cineasta que sucedía en los años sesenta en aquel internado... nada, por lo menos yo ni idea, y como yo muchísimos más.

Gracias a los compañeros que me han llamado dándome la razón y su apoyo. Gracias, Matías Simón, y mejor no me cuentes lo de Granadilla, ni que se enteren por ahí, que hay mucho susceptible. Con lo cual se acabó la partida y ni una letra más. He dicho.

*Profesor y escritor