Mucho se habla estos días de la soledad de Zapatero . Tras Jordi Sevilla , maestro ligerísimo de economía, huyó Molina seguido de Solbes , que se fue sin saber si le han echado. Como la prensa sigue siendo el cuarto poder, el País acordándose ahora de Montesquieu , el maltratado, vocifera para conservar el que le quede, mientras el público enfurecido no entiende que subir impuestos es de izquierdas. Porque los medios íntimos o cercanos están que trinan cunde el desencanto y observadores imparciales se preguntan con sensatez si Zapatero es el héroe del talante de antaño o el contentito frívolo de voluble opinión, sordo a los datos que nos llevan al desastre. Mas yo no veo que Zapatero esté solo. El comité federal le bendice y sin aceptar que la rosa está algo mustia, Blanco , el hombre más trabajador de España, Chacón, Montilla y Corbacho le arropan en Gavá. La vieja guardia nunca estuvo con él, así que su deserción no es significativa. Que le ataque el País es lógico, porque sabiendo --¿o no?-- a lo que se arriesgaba le ha quitado el monopolio. Sin juzgar intenciones él sabrá por qué lo ha hecho. Lo que está claro es que se ha enfrentado a un gigante contra el que antes nadie, --Aznar incluido-- se atrevió. ¿Zapatero, solo? Imaginen ustedes cómo estaría la calle --o los actores en San Sebastián-- si la derecha hubiera llevado a España a la guerra afgana, tan lejana como cruel? ¿Cómo los sindicatos si fuera la derecha la responsable del número escandaloso de parados? ¿La derecha la que subiera los impuestos? No. Zapatero no está solo. Mucha buena gente se cree de verdad que él está enfrentándose a los poderosos y que no abandonará a los pobres, porque no ha subido el IVA del pan. ¿Zapatero, solo? ¿No acaba de visitar a Berlusconi en su hermosa y casta villa? ¿No acaba de recibir a dos líderes carismáticos y ultrademocráticos como Evo y Hugo ? ¿No le sonríe cómplice Sarkozy ? ¿Zapatero, solo? El próximo día 13 aunque sea martes le recibe Obama . Muchos querrían estar tan solos como él.