E 1l Tribunal Superior de Justicia de Extremadura ha ordenado clausurar el zoo de Almendralejo. Este pronunciamiento del TSJEx ratifica un auto de un juzgado de Mérida que respaldaba la decisión de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de la Junta de retirar la licencia que tenía esta instalación. A partir de ahora, el propietario del zoológico tendrá que clausurarlo y, en un plazo de treinta días, sacar los animales y distribuirlos en instituciones legalmente autorizadas para tenerlos, para lo cual estará vigilante la propia Administración l.

Coincide esta resolución del TSJEx con la información de la venta del zoológico a una empresa constructora, que exigía a su propietario que dejase las instalaciones libres de animales. El zoo, por tanto, tenía los días contados por una causa o por otra y lo único que ha variado ha sido el plazo: los nuevos dueños daban al antiguo seis meses para entregarlo; ahora los animales tendrán que estar fuera en un mes. Sin embargo, es positivo que el desmantelamiento del zoológico sea, antes que por conveniencia mercantil, por imperativo legal, porque se trataba de una instalación insostenible desde el punto de vista de la consideración que una sociedad desarrollada debe tener con los animales. La situación de las fieras del zoo de Almendralejo era de todo punto incompatible con ese deber de cuidado, y más que una instalación para enseñar a los niños extremeños una muestra de la riqueza del mundo animal se había convertido en el escaparate de un confinamiento. Lo lógico es que la clausura se hubiera producido mucho antes.