La plancha del futuro no va a ser una plancha. Los fabricantes de electrodomésticos trabajan en modelos que permitan evitarse el tener que apretar, estirar y humedecer para eliminar las arrugas de la ropa. La última marca en sumarse a la tendencia es Fagor, firma con sede en Mondragón (Guipúzcoa) y con varias mujeres en la cúpula directiva, que acaba de anunciar la secadora que plancha sola.

El invento se llama Driron y tiene forma de un frigorífico con cajones, pero funciona con vapor en lugar de frío. En el módulo central se cuelgan las prendas de las perchas, que se pueden sacar directamente para el armario. Admite cinco kilos de ropa --la carga media de una lavadora-- y se conecta a la toma de electricidad y a un desagüe o a un depósito extraíble. Por eso, se puede instalar en cualquier parte, indican sus responsables.

Ni plásticos ni pieles

El electrodoméstico seca y plancha, incluso tejidos ya secos, y admite casi todo tipo de ropa. Las excepciones son el plástico y la piel, y hay programas especiales para tejidos delicados. Los responsables de Fagor aseguran que las prendas no llegan a tocarse entre ellas, por lo que no se producen pelusas.

El proceso dura entre 15 y 120 minutos, dependiendo del programa. Y un compartimento especial en la zona superior acoge la ropa que se ha de secar plana. Además, hay truco: se deben poner pequeños armazones a las mangas para estirarlas y pinzas para faldas y pantalones.

Mínimo mantenimiento

Tanta tecnología no es barata: de 1.600 a 1.800 euros, según el acabado, más que una lavadora de alta gama. El mantenimiento va incluido en el precio, pero es mínimo. Solo hay que cambiar el filtro una vez al año. La apuesta de Fagor, en este caso, es firme. Prevé una línea de producción de 30 personas que fabricarán 10.000 unidades el año próximo y 40.000 en el 2008.

Driron aporta nuevas prestaciones a otros modelos, como el Prªt- -porter de Whirpool, una maleta portátil que, desplegada, ventila y desarruga tres o cuatro prendas a la vez en 30 minutos gracias a vapor de agua destilada. "En España ha sido donde más se ha vendido de toda Europa", explican los responsables de Whirpool. También Siemens lanzó hace más de un año su Dressman, un androide pensado para planchar camisas pero que no se ha modificado para hacer lo mismo con otras prendas.