Son personas mayores, que tienen mucha medicación prescrita y tienen problemas para acordarse de cuándo y cómo tienen que tomar cada medicamento. Son 1.500 pacientes polimedicados del área de salud, que ya han visto resuelto su problema gracias al programa de apoyo al paciente polimedicado que desarrolla la gerencia desde hace aproximadamente tres años.

Pero esos 1.500 pacientes solo suponen entre un 15% y un 20% de la población del área de salud, que suma 115.000 habitantes, por eso, los responsables del programa quieren mejorarlo y ampliarlo. Porque además, "los resultados son buenos", en palabras de Antonio Villafaina, farmacéutico del área. Así que su intención ahora es llegar a más personas y no solo del área de salud sino de toda Extremadura.

Además, Villafaina anunció que los farmacéuticos de las farmacias van a formar parte del programa, para captar a pacientes susceptibles de entrar en él y para hacer el seguimiento y ver que realmente se toman las pastillas que tienen prescritas cómo y cuándo deben.

Ahora, todo comienza con una entrevista de la enfermera del médico al paciente y después se le da un pastillero para que organice sus medicinas. Si él mismo no puede hacerlo, los responsables del área cuentan con la colaboración de la persona que cuida al enfermo y, si no hubiera, del personal de ayuda a domicilio o los servicios sociales del ayuntamiento.

En la actualidad, el seguimiento lo hace el farmacéutico del centro de salud, pero con la colaboración de los profesionales de las farmacias "podremos llegar a más personas porque ellos tienen más contacto con el paciente. Podrán captarlos, ponerse en contacto con el centro de salud y desde aquí se decidirá si entra o no en el programa".

DEMASIADA MEDICACION Aunque en este caso, se trata de pacientes mayores con muchas dolencias que necesitan medicación, Villafaina advirtió de que, en general, la receta y administración de medicamentos es excesiva. "No todo se cura con pastillas y en esto tienen culpa los médicos, pero también los pacientes. Por ejemplo, en seguida que un niño se pone enfermo, las madres corren al médico para que le medique y se cure rápido". En este sentido, no dudó en señalar que "hay grandes empresas que se dedican a hacer negocio" y puso como ejemplo las "modas de la Gripe A, ahora, pero antes fue la vacuna del papiloma y la gripe del pollo".

Por eso explicó que existen tratamientos no farmacológicos y avisó de que el miedo lleva a la medicación y a la infelicidad.