El portavoz de la delegación local del Banco de Alimentos, Cecilio Marcos, aclaró ayer que son 100 familias, no solo de Plasencia, sino en el ámbito de toda la provincia, las que se ha detectado que utilizan la picaresca en la donación de alimentos y reciben de varias asociaciones para vender después los productos en el mercado negro.

No obstante, la concejala de Servicios Sociales, Sonia Grande, ha señalado públicamente que, de las 800 familias que reciben en la ciudad alimentos, un 10%, es decir, en torno a 80, están defraudando con esta necesidad.