THtan transcurrido veinticinco años de aquella mañana de mayo de 1983 en la que llegaron a Plasencia 275 autobuses, repletos de escolares y maestros, desde los cuatro puntos cardinales de la región. Era el sábado 21 de mayo de 1983 y el motivo de la concentración era celebrar la Convivencia Regional de la VI Semana de Extremadura en la Escuela.

Habían pasado seis años, desde 1979, cuando un grupo de maestros de Badajoz, capitaneados por Miguel Caballero Peña y Francisco Sansón Moreno , decidieron dedicar una semana de primavera a estudiar Extremadura en la escuela, con el objetivo de crear entre los alumnos un sentido de identidad regional hasta entonces ausente de las aulas. Esa Semana de Extremadura en la Escuela se clausuraba con una convivencia regional, el sábado, que de manera alternativa cada año tenía su sede en una localidad de Cáceres o de Badajoz. En 1983 llevábamos ya cinco celebraciones proclamando ese extremeñismo, cuando en este año vimos hecho realidad nuestro anhelo, al aprobarse el Estatuto de Autonomía, el 26 de febrero.

La sexta edición de la Semana de Extremadura en la Escuela iba, pues, a tener lugar por primera vez en su historia bajo la vigencia del Estatuto de Autonomía. Los días elegidos para desarrollar la programación fue del 16 al 20 de mayo, fijando que la convivencia regional tuviera lugar en Plasencia el sábado 21 de mayo. Casualmente aquel día, 21 de mayo de 1983, coincidió con la constitución, en Mérida, de la Asamblea de Extremadura, al mismo tiempo que en Plasencia se reunieran 17.000 escolares. En Mérida se iniciaba el presente de la Comunidad Autónoma de Extremadura y en Plasencia los miles de escolares proclamaban su identidad extremeña, como testimonio del futuro que comenzaba a fraguarse.

En la prensa regional de aquel día hubo más de una referencia y artículo de opinión dedicados a ambos acontecimientos, el de Mérida como presente tangible de un logro político y el de Plasencia como clamor de futuro.

Veinticinco años después aquellos escolares que recorrieron las calles y plazas de Plasencia enarbolando la novísima bandera verde, blanca y negra, son los hombres y mujeres, actores determinantes de nuestro quehacer autonómico en la Extremadura de hoy.

Este es el orgullo y la satisfacción de quienes desde la escuela creímos en nuestra identidad como región, y durante muchos años programamos en la primavera esas Semanas de Extremadura en la Escuela; editamos libros de textos extremeños; hicimos miles de murales; deletreamos multitud de veces la palabra E-X-T-R-E-M-A-D-U-R-A y la coloremos de verde, blanco y negro; enseñamos nuestro himno y llevamos por todos los caminos de la región nuestra bandera, hasta conseguir que Extremadura estuviera en nuestra escuela las cuarenta semanas de todos los cursos escolares.

Por todo ello y para reverdecer la memoria de los extremeños, los centros educativos de Primaria de Plasencia, vamos a recordar este 21 de mayo de 1983, con un acto escolar en el que daremos justo homenaje a todos los maestros que hace veinticinco años pusimos mucho esfuerzo y trabajo para que Plasencia vibrara con toda Extremadura, y de manera especial a nuestro recordado compañero Santos Sánchez González , coordinador de la VI Semana de Extremadura en la Escuela y de la Convivencia Regional de Plasencia. Sociólogos, historiadores y estudiosos, darán, en el devenir de los años, cumplido testimonio de lo que supuso para la cohesión y urdimbre de nuestro sentimiento como extremeños, el movimiento pedagógico de las Semanas de Extremadura en la Escuela.

A todos, maestros y alumnos, ciudadanos en general, felicidades en tan señalado aniversario, por compartir una realidad extremeña, que hace veinticinco años era pura utopía.