Este es el sexto año que Cruz Roja gestiona en Plasencia el llamado espacio educativo saludable, una iniciativa que va más allá de un campamento urbano y que ofrece a 50 menores en riesgo de exclusión social un verano diferente, con actividades relacionadas con el ocio, el tiempo libre, el deporte y la salud.

Según explicó ayer la monitora Mari Ángeles Cáceres, comenzó el 24 de junio y se desarrollará hasta el 3 de septiembre. La coordinadora de estos espacios en la zona norte, Enma Manzano, señaló que los participantes tienen entre 5 y 14 años, «aunque tenemos alguno de 4 porque tiene dos hermanos y, en ese caso, se hace una excepción».

Además, reciben el desayuno y el almuerzo, con los que se trata de «promover hábitos saludables» en la alimentación.

Así, el campamento comienza a las 9.30 horas y termina a las 14.45, tras haber comido y realizado actividades «educativas, de ocio y tiempo libre, deportivas y de hábitos saludables», apunta Cáceres.

Cuentan con 5 monitores de Cruz Roja y uno de apoyo, más otros 4 voluntarios fijos y 2 que acuden de forma esporádica. En este sentido, Cáceres hizo ayer un llamamiento porque «faltan voluntarios» mayores de edad en Cruz Roja. Explicó que, para serlo, basta con acudir a su sede, situada junto a la piscina de verano y apuntarse. Se le hará una entrevista y, tras una formación básica, podrá iniciar el voluntariado.

Financiado por la Junta de Extremadura, el alcalde, Fernando Pizarro, destacó ayer que el ayuntamiento colabora cediendo el espacio, el recinto ferial y también con talleres de igualdad, una actividad de convivencia con la unidad canina de la policía local y el acceso gratuito a la piscina de verano. Pizarro destacó que, en este campamento, «desconectan, su verano sería muy diferente» de no existir el recurso.