La plantilla de Monprint se encierra. Así lo decidieron ayer en la asamblea que celebraron en el exterior de la nave con representantes de CCOO. El 95% de los 85 trabajadores acudirá hoy a la empresa a mediodía para iniciar un encierro que ven como el único recurso que les queda "para que nos paguen y nos digan claramente si vamos a continuar trabajando o no".

"De aquí no salimos ya hasta que no nos ofrezcan algo firmado y pactado y nuestro dinero por delante". El presidente del comité de empresa, José Luis Avila, se refería así ayer a los dos meses de sueldo que les debe la empresa, lo que ha llevado a muchos a situaciones de precariedad. "Yo este mes quizás no tenga luz y muchos no tenemos ya qué comer".

Precisamente por eso, Avila ha pedido ayuda a la ciudadanía de Plasencia en forma de alimentos: "Que nos traigan comida porque estamos sin un duro. Mucha gente lleva dos meses sin pagar la hipoteca, la luz o el coche y, aunque nos den los sueldos que nos deben, nosotros también los debemos porque los bancos, la luz, el agua, no se casan con nadie".

ESPERAN REACCIONES Es lo que les ha llevado a tomar la decisión del encierro, difícil para muchos trabajadores que tienen hijos y tendrán que recurrir a sus familiares para que se hagan cargo de ellos. Pero así esperan que la empresa "reaccione". Una empresa que, según explica Avila, "nos está dando información contradictoria. Mantenemos contacto telefónico y se habla de que el miércoles se podría sentar a hablar con nosotros, pero no hay nada en firme".

Los trabajadores también quieren que reaccionen "los responsables políticos porque ellos también tienen aquí responsabilidad" y el presidente del comité quiso contestar especialmente a las declaraciones de la alcaldesa, que afirma que su prioridad son los trabajadores, no el terreno que cedió a Sofiex para que Monprint se instalara. "Solo se ha reunido una vez con nosotros, en septiembre y no nos habló más que de los terrenos. Si tanto se preocupa por los trabajadores, que nos eche una mano ahora".

Mientras tanto, hoy acudirán a la empresa que empezó a funcionar en el 2007 con grandes expectativas de futuro cargados con colchones, termos, comida y la esperanza de que esta medida de protesta surta efecto.

Es la situación a la que se ha llegado después de que, tras dos años y medio de trabajo, la empresa esté en trámite de presentar un concurso de acreedores por una deuda de algo más de 8 millones de euros. Comenzó a trabajar con una inversión de 27 millones y el respaldo de la Junta, que participa en Monprint a través de Sofiex con un 45%.