Angelita no cabía ayer en sí de alegría. "Pero sobre todo porque a la gente le hacía mucha falta con esta crisis que tenemos encima, pero yo no sé a quién le ha podido tocar el premio gordo" insistió la popular vendedora de la ONCE después de 36 años en activo. Dos en la calle del Sol y el resto, a sus 56 años, en la plaza Mayor, de donde no falta más que los fines de semana. Como ayer, que hubo que ir a buscarla a su casa en Los Pitufos, donde no ha parado de sonar el teléfono desde por la mañana cuando se empezó a correr la voz del premio en el sorteo del viernes. "Ya está bien que es la tercera vez, en 36 años trabajando, que doy un premio, y tan gordo" resaltó con todas las letras. El último hará trece años por lo que el propio inspector de guardia, Felipe Hornero, quiso felicitar públicamente a esta placentina de adopción porque nacer, nació en Cabezuela del Valle.

"La pena que me ha dado es que uno de mis clientes de la plaza de abastos se ha quedado sin premio porque pensó que dos días seguidos no iba a terminar en cuatro y no quiso quedarse con el cupón que me suele coger para el sorteo del cuponazo". Esta fue la anécdota del día en que algún comprador habitual de la Once en la misma plaza Mayor retuvo en su poder un cupón que vale seis millones de euros. Por lo que las entidades financieras ya empezaron ayer su busca y captura y empezarán a dispararse los rumores. Aunque seguramente el poseedor de semejante premio hará todo lo posible por mantenerlo en secreto. "Yo de verdad que no sé dónde puede haber ido a parar" volvió a insistir Angelita, madre de dos hijos y trabajadora mujer que si ya era popular por su permanente presencia en los soportales de la plaza, ahora más. Sus compañeros se lo agradecen "porque los premios animan las compras".