El acto de desagravio a la Virgen del Puerto organizado en respuesta al ataque vandálico que sufrió en marzo reunió el viernes en el parque de la Coronación a cientos de placentinos. Pese al insoportable calor que hacía, los devotos no dudaron en concentrarse en torno a la imagen de bronce y, abanicos en mano, mostrar su repulsa mediante la oración.

Unos quince minutos antes de las nueve de la noche, hora prevista para el inicio, una multitud de personas se arremolinaba ya en torno a la patrona, que esa misma mañana había recuperado la placa conmemorativa del cincuentenario de la coronación que resultó dañada al intentar quemarla los vándalos. La alcaldesa Elia Blanco y parte del nuevo equipo de gobierno estuvieron presentes, así como el presidente de la cofradía de la Virgen, Evaristo García, y representantes de diversos colectivos sociales, pero sobre todo, muchos devotos a título particular --entre ellos uno que no dudó en llevarse una silla para no tener que permanecer de pie--.

VIVAS PARA TERMINAR

Los componentes del coro de cámara Ars Nova fueron los encargados de abrir el acto con el himno del cincuentenario y la oración la presidió el rector del santuario, Javier Badillo, que definió la concentración como "un homenaje a la Virgen, para expresarle nuestro amor".

Además, recordó que desde que la imagen se colocó en el parque, son muchos los placentinos que cada día se acercan y, en referencia a los vándalos, afirmó: "Nuestro mejor acto de reparación será tener misericordia hacia todos sus hijos, también hacia los que han sido tentados por la cultura de la violencia".

Tras rezar diversas oraciones, todos los congregados en torno a la patrona le cantaron la Salve y el acto concluyó con los gritos emocionados de "¡Viva la Virgen del Puerto! ¡Viva la Canchalera!".