Están tan desesperados, que se plantean incluso crear patrullas ciudadanas para acabar con el vandalismo que sufren desde hace más de siete años a manos de jóvenes procedentes del botellón . Los afectados son vecinos que viven tanto en las proximidades del ferial como en el recorrido que los jóvenes utilizan para llegar a la zona centro y que han comprobado cómo la policía, cuando acude, no consigue acabar con el problema.

"Se mofan de nosotros, nos provocan. Por eso ya estamos dispuestos a crear nuestra propia vigilancia, en forma de piquetes para que por aquí no pase nadie". Lo dice el portavoz de una plataforma ciudadana que se ha creado contra la práctica "sin control" del botellón y que ya ha conseguido reunir unas 1.000 firmas en contra de su celebración porque incumple la ley.

"La ley dice que no se puede beber en la calle y ellos bajan con los vasos. Se incumple también la ley del menor y la ley dice que se debe velar por el descanso ciudadano y la convivencia vecinal", subraya este vecino que prefiere el anonimato por temor a represalias.

Porque asegura que a los vecinos les insultan, e incluso han agredido a alguno: "A un vecino mío le dieron un botellazo en la cabeza cuando estaba tranquilamente en su terraza".

DEL FERIAL AL SALVADOR Si una vez en el botellón las principales molestias son por los ruidos, los coches-discoteca y los derrapes, a medida que los jóvenes caminan hacia la zona centro, los vecinos comienzan a sufrir vandalismo.

En el mismo ferial y alrededores, el ayuntamiento ha tenido que atar los contenedores con cadenas y candados para evitar que los jóvenes los lancen.

En Claudio Coello, con viviendas unifamiliares, los vecinos relatan los destrozos: "Han reventado la puerta de una cochera a patadas; hay zonas llenas de orines; una vez prendieron fuego a los árboles de una casa y si les llamas la atención, te tiran huevos y piedras".

En la plazuela de la piscina climatizada, el gimnasio tiene carteles rotos a pedradas y también las piedras se acumulan en el tejado de la propia piscina. Además, hay restos de numerosas señales de tráfico arrancadas. Según el portavoz de la plataforma, "cuando las arrancan, se las llevan y golpean con ellas todo lo que pillan".

Un buzón roto cuyo dueño ya ha desistido de arreglar en Sor Valentina; una vecina que ha tenido que elevar la pared de su casa porque los vándalos subían a su tejado y así hasta llegar al hotel Dora, en la ronda.

Su dueño ha tenido que invertir más de 6.000 euros en poner doble acristalamiento en todas las ventanas y denuncia que "aquí queman contenedores, rompen espejos retrovisores y rajan las ruedas de los coches y esta es la imagen que se llevan mis clientes. Yo invito a la alcaldesa o al concejal a venir a las tres de la mañana de un jueves o un sábado para que vean que es insoportable".

El recorrido termina en el postigo del Salvador, donde la dueña de un comercio y vecina se queja de que "vienen pegando patadas a las papeleras, a los escaparates, da miedo. Yo me levanto los domingos por la mañana y no sé qué me voy a encontrar en la tienda. La gente tiene derecho a divertirse, pero no a hacer daño".

De la misma opinión es otro vecino al que han reventado la puerta a patadas y ahora tendrá que arreglarla. También le han insultado y, en respuesta, agredió a un joven que ahora le ha denunciado. El mobiliario de la recién inaugurada plaza Medina también ha sufrido la ira de estos vándalos.