De vuelta a la normalidad, en la residencia de Villar de Plasencia respiraban ayer tranquilos porque "todo se ha quedado en un gran susto" y además, el incendio no ha afectado al centro.

"No hemos tenido ningún desperfecto, sólo una pared amarilla por el humo", explicó el gerente, Juan José Asensio, quien preparó con su equipo el regreso de los ancianos. "Estaban deseando volver, incluso algunos no querían irse la noche anterior porque tuvieron que dejar aquí muchas cosas", indicó.

Unos y otros pasaron nervios y recuerda que el peor momento fue "el traslado, porque el personal médico iba para arriba y para abajo y creo que nosotros mismos les transmitimos el nerviosismo", pero destaca que nunca hubo un peligro directo porque "les sacamos de la residencia inmediatamente para que no les afectara el humo".