Es sin duda la medida más polémica socialmente de la nueva ordenanza de tenencia de animales, el cobro de una tasa a los dueños de perros, que estaría vinculada a actividades de mejora y mantenimiento de los espacios municipales habilitados para los canes y campañas de sensibilización. La normativa se aprobó la semana pasada en pleno, pero ayer, el alcalde dejó la puerta abierta a que finalmente el ayuntamiento no la cobre.

"Ya veremos si se pone, ya veremos qué se hace, en virtud de un análisis profundo". Con estas palabras, Fernando Pizarro abrió la posibilidad a que lo más criticado en la calle y las redes sociales de la nueva normativa no se aplique finalmente. De hecho, el pasado viernes se inició una recogida de firmas a través del portal de internet change.org precisamente en contra de la tasa. Ayer por la tarde superaba ya las 700 firmas.

Para Pizarro, la recogida a través de internet es "muy relativo". No obstante, lo que apuntó es que "la ordenanza establece la posibilidad de poner la tasa, pero no dice la tasa". Es precisamente a lo que se acoje para dejar en el aire su implantación.

Recordó que la Concejalía de Medio Ambiente la introdujo porque "es lo que se ha hablado" en las reuniones con los colectivos que participaron en la elaboración del borrador y la posterior normativa. Incluso, el concejal Luis Miguel Pérez Escanilla dijo en el pleno que la oposición nunca se opuso a la tasa. Según ha explicado Escanilla, la planteó un colectivo y se habló de que no superara los 10 euros, pero no se ha llegado a fijar ninguna cifra en la normativa.

Por eso, el alcalde subrayó que "en el pleno no se aprobó la tasa. Se aprobó la normativa para perros peligrosos, más control de los circos, pero no la tasa".

No obstante, la nueva ordenanza estará en exposición pública durante un mes para alegaciones y hasta resolver estas, en caso de que hubiera, no entraría en vigor. Y, por lo que dijo ayer Pizarro, en ese momento no se aplicaría la tasa.