Un valle, salpicado por ocho pueblos que lo conforman, pero también un río, del que recibe su nombre y que lo recorre entre picos montañosos que superan los dos mil metros de altitud: el Pinajarro, el Valdeamor o el Camocho, que marcan y enmarcan su historia como lugar estratégico y paso de importantísimas vías de comunicación peninsulares entre las que se encuentran la vía romana de la Plata y las Cañadas Reales Soriana Occidental y la Vizana.

Vetones, romanos, visigodos, árabes y judíos dejaron su huella asentándose en este paraíso que ofrecía lo necesario para vivir y mucho más: buena tierra, frondosos bosques y abundantes aguas cristalinas no les dejaron indiferentes.

Por todo ello hoy, en el siglo XXI, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo del Estado ha elegido la comarca del Valle del Ambroz como destino ganador de los Premios EDEN (European Destination of Excelllence), gracias a su sostenibilidad social, cultural y ambiental y en base a su importante apuesta por el turismo de salud y bienestar. Un reconocimiento a su valor y esencia y al empeño de sus gentes en que todo el mundo lo conozca.

Buena prueba de ello es su gran Fiesta de Interés Turístico Nacional El Otoño Mágico. Evento imprescindible para los amantes de la naturaleza cuya programación ofrece más de 80 actividades diferentes para todos los públicos y que este año ha celebrado su vigésimo segunda edición, congregando a más de 35.000 personas.

Sin duda la mejor época para descubrir todo su encanto y la magia surgida de la combinación perfecta entre naturaleza, cultura y tradición. Buena fe de ello dan sus múltiples y sorprendentes rutas que puedes recorrer a través de frondosos bosques de robles y castaños, como los longevos árboles singulares del Temblar. Verdaderos gigantes naturales con nombre propio, como ‘El Hondonero’, cuya edad se estima en 700 años, entre otros.

Bosques en los que, según dicen los mayores, en las noches de luna llena, aún puedes escuchar el aullido de los lobos que habitaron estas tierras y cuyas reminiscencias aún se conservan, como El Corral de los Lobos de La Garganta, convertido hoy en uno de los principales miradores de Extremadura para practicar astroturismo. A quien no lo conozca, le recomiendo que no tarde en vivirlo y a quienes sí, ¡volved a disfrutarlo!