Trozos de un inodoro, partes de persianas, escombros, hierros y decenas de vasos o botellas de cristal rotos. Todo esto y más basuras se acumulan en el cementerio judío del Berrocal, que se ha convertido en un vertedero incontrolado.

Ya lo denunciaron algunos vecinos hace varios meses y también la oposición, que pidió su adecentamiento por formar parte del legado de los judíos en la ciudad, no obstante, conserva incluso varias tumbas antropomórficas. Pero sigue igual y su estado es tan lamentable que la propia concejalía de Turismo ha decidido excluirlo por primera vez de la visita por la judería organizada para el domingo con motivo de la sexta Jornada Europea de la Cultura Judía.

Como ha informado ya la edil de Turismo, Raquel Puertas, el terreno ha pasado a manos municipales después de firmar un acuerdo con los propietarios. Por eso, el portavoz del PP, Fernando Pizarro, ha criticado que "falta vigilancia por parte del ayuntamiento" y ha pedido más control para evitar que se sigan acumulando escombros y basuras.

El edil explicó además que parte del cementerio original se ha tapado con edificaciones, por lo que también demandó "que se mantenga ese espacio para que no se construya más".

Además, calificó de "vergonzoso" que el cementerio esté tan abandonado precisamente cuando el ayuntamiento y la Junta quieren retomar el proyecto de recuperación del espacio para incluirlo en la ruta por las juderías de la ciudad.