Ayer, ocho meses y medio después de que el párking privado de la puerta del Sol cerrara sus puertas, reabrió como aparcamiento municipal al aire libre en la ya denominada plaza del Obispo Amadeo. Las obras no han terminado por completo, pero sí la actuación de delimitación de las plazas, además de un acerado anexo al colegio Alfonso VIII y el vial por el que circulan los vehículos y que en ningún momento se ha cortado.

La empresa adjudicataria de las obras las ha terminado, aunque aún quedan cosas por hacer, de las que se encargará ya la brigada municipal. Según ha explicado el alcalde, se trata de un acerado de seis metros, anexo al futuro bloque de viviendas previsto en la zona, y una zona verde.

El acerado ya construido es más pequeño «porque no había espacio para más y la ley marca unas medidas para las plazas de aparcamiento», señaló Pizarro. Lo que pretendía el ayuntamiento era poder reabrirlo en estas fechas, debido a que se multiplica la población y es una necesidad. También para los vecinos del entorno, que habían solicitado su agilización, al igual que los comerciantes.