A pedradas fue recibido el concejal de Seguridad Ciudadana, Blas Raimundo, en Gabriel y Galán por desconocidos a última hora del miércoles mientras se reunía en la sede social con la asociación de vecinos Unadata, que le había llamado precisamente para denunciar la inseguridad que vive, aseguran, el polígono de La Data.

Como no paraban de arrojar piedras, Blas Raimundo pidió refuerzos a la policía local, que también recibió su ración mientras desde los balcones algunos residentes intentaban amedrentar a los dirigentes vecinales con gritos de "chivatos", según fuentes policiales. También pidió ayuda a la Policía Nacional, pero no hizo falta porque los autores se dieron a la fuga sin ser identificados, aunque pudo comprobarse que eran menores de edad tras "un pequeño altercado con los policías locales", dijo el edil.

POLVORIN "Eran chavales --añadió ayer-- y no vamos a darle más importancia de la que tiene". El concejal rebajó la gravedad de los hechos hasta considerarlos una gamberrada, mientras los vecinos están dispuestos a organizarse en patrullas para atajar los robos en el llamado Bronx por los problemas de convivencia que arrastra desde hace años a causa de las ocupaciones ilegales de las viviendas sociales de la Junta y las denuncias vecinales de tráfico de drogas. Son un secreto a voces las difíciles relaciones entre gitanos y payos, aunque ayer el edil advirtió que "esos chavales eran payos".

Tanto es así que ningún vecino se atreve a hablar ni tampoco las asociaciones vecinales mientras ayer volvió a haber vigilancia policial en La Data. "Pero no por lo de las piedras --aclaró Raimundo-- sino porque me comprometí antes con los vecinos a mandar policías al barrio".