El archivo municipal ha elegido para este mes de septiembre que su documento destacado sean los cuadernos que se conservan del censo elaborado entre 1785 y 1786 por orden del conde de Floridablanca, ministro de rey Carlos III.

Se trata, según los técnicos del archivo, del primer censo español de población elaborado siguiendo técnicas estadísticas modernas, confeccionándose sobre la base de cuestionarios enviados a los intendentes de las distintas provincias, donde se tenía que indicar la cifra de habitantes por edades, sexo y estado civil, aportándose también información sobre las profesiones y otros datos complementarios sobre religiosos, hospitales, hospicios y otros testimonios. Su finalidad era cuantificar la población de todo el territorio peninsular junto con las islas de Baleares y Canarias.

Este registro enumera ya la población por habitante, no por vecino o cabeza de familia u hogar, como se venía haciendo hasta esa fecha. La Real Orden de 25 de julio de 1786 exponía «también sabe S.M. que temerosos los Pueblos de las quintas, o aumento de contribuciones, ocultan las noticias, y disminuyen el número, sobre todo en tiempo de guerra, con descrédito del Estado».

Por ello, se debería formar «listas del número de almas o individuos de cada casa conforme a la edad de cada uno», según reza en el censo.