La primera fábrica de gran producción de ladrillos con capital netamente extremeño es made in Plasencia y tiene una denominación tan norteña como es la del Arco de Cáparra aunque físicamente estará en Guareña porque allí el terreno es más arcilloso y el cruce de la N-630 con la N-V facilita las comunicaciones con Andalucía y Lisboa, mercados potenciales de Cerarca.

La Cerámica Arco de Cáparra S.A. fue un sueño hace tres años de setenta empresarios de la construcción y sectores afines de Plasencia y las comarcas del norte que mañana se presentará en público con el acto simbólico de colocación de la primera piedra a cargo de Manuel Amigo, el consejero de Economía de la Junta, cuya Sociedad de Fomento participa en 45 por ciento.

CON APOYO DE LA JUNTA Aunque las obras están en marcha y está previsto que durante la próxima primavera produzca ya del orden de 500 toneladas por día siendo pionera en toda Extremadura en la fabricación del ladrillo de gran formato, su producto estrella, que es el que se está imponiendo en la construcción de las tabiquerías interiores de las viviendas.

A la vecina Toledo, que copa el 25 por ciento de la producción nacional con lo que se permite marcar los precios, le ha salido un competidor de envergadura: siete millones de euros de capital social, 16 millones de inversión total y una producción de 180.000 toneladas al año.

Cerarca es fruto de la apuesta industrial de setenta empresarios de la construcción y afines, miembros todos de la Federación Provincial de la Pequeña y Mediana Empresa de la Construcción (Pymecon), de donde nació la idea hace ya tres años. La sociedad se constituyó en julio del 2002 y se sumó después la sociedad pública de Fomento. José Ramón Suárez, que aúna la presidencia del consejo de administración con la de Pymecon y alma mater de este proyecto, valora el apoyo que ha supuesto la entrada de la Sociedad de Fomento así como la visión industrial de los socios "sobre todo en una comunidad autónoma como ésta donde la mentalidad industrial está despegando".