Qué mejor que cantando iba a pregonar la feria de su pueblo Paco Arrojo, que remató anoche la faena con el Bella Plasencia del himno local para animar a sus paisanos a "pasarlo a lo grande" en la feria que este año ha perdido el festivo del lunes de resaca por decisión municipal. El cantante de moda en los musicales patrios reconoció, emocionado, que "siempre he tratado de que se me notara que soy placentino" y qué mejor recompensa que ser profeta en su tierra y en su feria.

El Peter Pan del exitoso musical en cartelera confesó que fue en el teatro Alkázar donde pisó por primera vez un escenario "y esas cosas --dijo-- no se olvidan y por eso hay que pregonarlas y cantarlas a los cuatro vientos".

PROFETA EN SU TIERRA "Y de ser buen paisano" sugirió que es ser agradecido y confesó sentirse querido. "Volver a Plasencia para sentir el cariño no sólo de los míos, sino de todos vosotros que sois los míos, que sé que me apoyais y que os agrada saber que las cosas me van bien".

Quizá por la vorágine de la capital, quizá por el trepidante ritmo de las giras, el artista placentino afincado en la capital de España rindió homenaje a la calidad de vida placentina porque "no podéis negarme que aquí se vive bien; qué digo, muy bien".

Recordó desde el cariño a Plasencia, que le inculcaron sus padres, a las cañas de sus ferias pasadas o la Torre Lucía, donde precisamente esta noche tendrá la oportunidad de mostrar en casa lo que tanto éxito le ha dado en escenarios de todo el país: su trabajo en musicales con un equipo de treinta artistas que interpretarán desde temas de Cats a Grease .

Anoche se llevó el aplauso de los cientos de placentinos que le vieron desde el balcón del ayuntamiento, donde recibió, como manda la tradición, la placa de los muy caseteros.