Si no hay diálogo, si el presidente de la Federación Placentina de Asociaciones de Vecinos, Antonio Gil, no contacta con las asociaciones que han denunciado públicamente que el colectivo se ha saltado los estatutos al no haber renovado sus cargos tras dos años, estas se plantean dos opciones, o llevar la situación al juzgado o crear un colectivo paralelo.

Así se lo manifestó ayer al alcalde, Fernando Pizarro y al edil de Distritos, David Dóniga, el portavoz de las asociaciones disidentes, Juan Benito, en una reunión en la alcaldía de la que este afirmó salir «decepcionado». La idea era plantearles el problema surgido «de forma protocolaria» y para solicitar su mediación y «el alcalde nos dijo que no nos preocupáramos, que ya estaba resuelto y que la asamblea de renovación de cargos se hará en septiembre».

Pero lo que el colectivo quiere, tras haber enviado una carta también al presidente de Fepave, es hablar cara a cara con Antonio Gil y «pactar cómo haremos la asamblea para hacerlo bien y que vayan todas las asociaciones, no que el alcalde organice la agenda».

Desde el ayuntamiento, han señalado que hará el papel de mediador para «salvaguardar el movimiento vecinal, que pasa por horas bajas y buscar consensos y acuerdos, desde la independencia que supone que se trata de un colectivo independiente».

Las asociaciones disidentes mantendrán una nueva reunión en bree para decidir qué medidas tomar.