Pruebe a atravesar la antigua travesía desde el puente Trujillo hasta tomar la avenida de la Vera para dejar el coche en el aparcamiento gratuito contiguo a la estación de autobuses. En condiciones normales tardará diez minutos como mucho. En hora punta, o sea entrada y salida del trabajo, puede dispararse a media hora, pero también ayer entre las once y las doce de la mañana cuando la cola de coches en ambos sentidos a lo largo de la travesía parecía no tener fin.

"Será que también hay mucho turista, pero he tardado 30 minutos de reloj en ir del puente Trujillo al Rosal de Ayala" decía ayer una conductora no sin cierta desesperación. Otro vecino al volante que también ayer tuvo que hacer cola para atravesar la antigua travesía de la N-630 advertía de que "será por lo que sea, los turistas, los semáforos o que hay demasiados coches, pero esto ya es demasiado habitual en hora punta".

Algún conductor veterano confesaba echar en falta al policía local que, en tiempos, regulaba el tráfico en el llamado cruce ´del guardia´, en plena Puerta Talavera. Ayer sólo los semáforos cumplían esa función. Semáforos, por cierto, mal coordinados que obligan a parar más de la cuenta, según el plan del tráfico elaborado por una empresa especializada por encargo del ayuntamiento.

Lo que seguramente desconozcan muchos de los conductores que ayer se quejaban del atasco, metidos en colas, y que pedían medidas para hacer más fluido el tráfico urbano. Lo cierto es que las retenciones de ayer en el intervalo de 11.00 a 12.00 horas no se debieron a tener que sortear coches en doble fila, cosa por otro lado bastante habitual a lo largo de la antigua travesía.