Nacida en Ronda, es la pequeña de cuatro hermanos. Su padre falleció siendo niña y su madre es su ejemplo. Con solo 32 años, tiene cuatro carreras, ha sido deportista de élite y dirige la delegación placentina de la ONCE desde hace justo un año. El lunes recibirá uno de los premios Mujer Extraordinaria que ha creado la Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de Plasencia con motivo del 8 de marzo.

-Desde pequeña ha pertenecido a la ONCE y se ha dedicado al deporte

-Sí. Empecé con 13 años en la ONCE y en atletismo, en 400 y 800 metros y he competido en olímpico y paralímpico. Comencé en Sevilla porque estuve en un colegio de la ONCE y mi profesor de Educación Física me vio las cualidades. La ONCE potencia mucho el deporte para personas con discapacidad visual y, desde entonces, he ido congeniando los estudios con el entrenamiento en centros de alto rendimiento y compitiendo a nivel regional, nacional, en campeonatos del mundo y de Europa. Tengo entre 35 y 40 medallas.

-¿Sigue haciendo deporte?

-Sí, sigo haciendo muchísimo. Hago crossfit y corro entre 120 y 180 kilómetros a la semana y sigo corriendo media maratón y maratón.

-¿Qué discapacidad tiene?

-Distrofia de icono, nací con ella. Entre los dos ojos, veo un 10% y no se puede recuperar, pero te acostumbras, estoy muy hecha a la visión que tengo y desarrollas habilidades, aunque si me cruzo con alguien por la calle no le veo. No obstante, de cerca veo bien, así que tengo autonomía.

-Llegó a Plasencia después de estar 8 años en Madrid.

-Sí. Antes me diplomé en Magisterio por Educación Física, me licencié en Actividad Física y Salud e hice el doble Grado en Administración y Dirección de Empresas y Derecho y entré en el programa para directivos de la ONCE.

-¿En qué consiste su trabajo en Plasencia?

-Soy la directora de la delegación de Plasencia y de toda la zona norte. Tengo 82 vendedores de cupón y casi 500 afiliados y hay una parte institucional, de presencia en eventos y representación y otra de creación de empleo para la gente con discapacidad visual y cualquier discapacidad física, a la que formamos. A diario estamos empleando gente, ONCE ha sido la única empresa que no ha dejado de crear empleo. Además, a los afiliados la ONCE les ayuda en lo que necesiten y en la etapa en la que se encuentren.

-¿Ha tenido obstáculos en la ONCE o fuera por ser mujer y con problemas de visión?

-Hoy por hoy no he tenido problemas, ni a nivel deportivo, ni en gestión y estoy en un sector donde la mayoría de los directivos son hombres, pero la ONCE está evolucionando mucho y revolucionando. Creo que es más un problema de conciliación familiar, pero no por ser chica, sino por las responsabilidades que tú asumes. Si tú quieres tu desarrollo profesional y no quieres ser tú la que cedas, tienes que asumirlo.

-¿Qué balance hace de su primer año al frente de la delegación?

-Estoy encantada. Yo no conocía nada, pero he hecho por visitar mucho porque, ya puedo ser muy buena en números que, si no conozco a mi gente, no puedo ayudarles. Yo venía de Madrid, con una vida y muy contenta y me ha sorprendido, he echado raíces y hemos creado buen ambiente y me tratan muy bien. Lo único que veo mal son las comunicaciones porque no puedo conducir.

-¿Qué cree que falta para conseguir por parte de la sociedad, empresas, un trato igualitario?

-Sobre todo, concienciar, que la gente normalice y en eso la ONCE es ejemplo a nivel europeo. Creo que la digitalización va a ayudar mucho, pero necesitamos un giro más y las instituciones deberían usar más a la ONCE y a la gente experta porque no concibo que Hacienda o en los aeropuertos pongan indicaciones en pantallas que no vemos y es porque hay mucho desconocimiento.

-¿Se considera una mujer extraordinaria?

-No soy consciente. Yo lo que hago lo hago por mí, soy mi mayor juez. Extraordinaria no sé, pero no soy nada conformista. Soy revolucionaria, reivindicativa y me involucro, no miro para otro lado, aunque no me afecte y soy muy crítica. Pero el reconocimiento es un orgullo y que sea en Plasencia también, sobre todo por toda la gente que tengo y he tenido detrás.

-¿Algún mensaje para las mujeres con discapacidad?

-Que siempre hay alternativa. Que busquen opciones, que no se frenen, sea cual sea la opción, que no se quiten ilusiones y no dejen de soñar, cada una en lo que le guste. Que ellas pueden y, aunque hemos avanzado mucho, tenemos que empoderarnos.