Qizá alarmado por la cadena de fuegos de pasto de los últimos días, el ayuntamiento ha encargado el desbroce inmediato de la maleza que invade al polígono industrial como primer paso para la adecuación de toda la zona tantos años reivindicada por la Federación Empresarial Placentina (FEP).

Lo confirmó ayer la concejala de Urbanismo, Mónica García, quien insistió en que no es fruto de la improvisación porque ya estaba previsto en los presupuestos municipales de este año con una partida de 300.000 euros. Lo cierto es que el gobierno de Elia Blanco ha sido el primero en afrontar esta demanda histórica un año después de que la alcaldesa viajara a Madrid para pedir al Sepes su mejora y se viniera con la sorpresa de que el polígono es municipal desde 1979.

LISTADO Por tanto su adecuación corresponde al ayuntamiento, que va a empezar por el desbroce de la maleza para continuar "por todo lo que haga falta", según la concejala. A la vista están las necesidades. Los baches piden a gritos un plan de asfaltado, las farolas rotas un mantenimiento, las zonas a oscuras la instalación de alumbrado público, los acerados descubiertos su reconstrucción, los charcos de agua aún cuando no llueve la reparación de las tuberías y la basura acumulada una mejora de la limpieza. En definitiva una puesta a punto.

Mención aparte merece la seguridad vial porque el ayuntamiento sigue a la espera de que el ministerio de Fomento ponga fecha a la anunciada eliminación de los puntos negros de la N-630 y explique cómo será la alternativa al peligroso cruce de la ITV. Mientras los industriales dicen confiar en que la mejora de la iluminación lo hará también más seguro ante los ladrones. Porque las eternas peticiones de mejora del polígono no han partido solo de la patronal, sino que a título particular empresarios y trabajadores se han sumado con la confianza de que la obra ahora anunciada no sea un parcheo, sino una reforma integral.