El ayuntamiento ha cerrado ya la escombrera municipal a las empresas. No lo ha hecho oficialmente, pero sí oficiosamente al denegar por primera vez a una constructora el vertido de un camión con el argumento de que "se encuentra saturada de vertidos" mientras sigue sin ofrecer la ubicación alternativa tantas veces anunciada por el edil de Medio Ambiente. Miguel López Bueno no ha respondido a las llamadas de este periódico para dar una explicación.

Sin embargo, ha reconocido en varias ocasiones la saturación del vertedero de la carretera de Salamanca (que no cumple la normativa de la Junta desde el 2005), algo que la federación provincial de la construcción (Pymecon) ha denunciado insistentemente, pero hasta ahora el ayuntamiento no había prohibido a las empresas tirar escombros. Hasta que el equipo de gobierno decidió en la comisión del día 3 denegar a la empresa Comsa el vertido de 15 metros cúbicos (un camión) de zahorra, tierras y escombros sin ofrecerle otra alternativa donde tirarlos.

LA PATRONAL, PREOCUPADA Esto preocupa al presidente de Pymecon, José Ramón Suárez, que ha advertido de que cerrar la escombrera sin dar otra opción puede traer graves consecuencias, la principal: "Favorecer la aparición de más escombreras ilegales" como las que ya proliferan por distintos puntos de la ciudad. Pero también alertó de que puede paralizar obras grandes porque "¿sólo los escombros del desmonte de un solar o la excavación dónde se llevan?".

En su opinión, el ayuntamiento "se ha precipitado porque antes de cerrar tendría que haber dado una alternativa y además, debería haberlo anunciado oficialmente porque denegárselo a una empresa es lo mismo que decir que está cerrado". Pero como Pymecon no ha sido informada oficialmente, la federación enviará un escrito al ayuntamiento para asegurarse de si es una decisión definitiva y de si "hay algún otro punto para poder verter en la ciudad".