Apesar de existir una planta de reciclaje en Plasencia, no dejan de aparecer escombreras ilegales. El ayuntamiento las retira y, al poco tiempo, vuelven a aparecer. Suponen un daño medioambiental, pero también un coste que pagan todos los placentinos. Según los datos del concejal de Medio Ambiente, Luis Miguel Pérez Escanilla, cada vez que la brigada verde retira una, el gasto municipal es de unos 500 euros.

Se trata de una media porque, si aparece un vertido de material peligroso, el ayuntamiento tiene que contratar a una empresa externa para lo retire, lo que a priori es más costoso, aunque depende también del volumen del vertido. Como ejemplos, Escanilla explica que recientemente se han retirado 40 neumáticos y el coste ha sido de 900 euros, mientras que una retirada de material de amianto ha costado 500.

Con todo, en lo que va de año, la brigada verde ha retirado unas 43 escombreras, lo que supone un gasto de unos 21.500 euros solo en tres meses. El año pasado, también se retiraron más de 40 en una batida por numerosos puntos de la ciudad.

Cada vez que se detecta una, se abre un expediente y se investiga por parte de la policía para identificar al autor o autores, con el objetivo final de imponer una sanción.

Es lo que se ha hecho con la que apareció la semana pasada en el monte público Valcorchero y, esta semana, han vuelto a aparecer otras cuatro. Según ha informado el alcalde en sus redes sociales y confirmó ayer el concejal de Medio Ambiente, la policía considera que tienen el mismo autor. Estos últimos vertidos han aparecido en el camino de las Berrozanas, en el camino vecinal de Jaraíz, en el camino de las Huertas y en la Cañada Real, en la zona de la presa.

sin ensuciar / Precisamente, otra circunstancia que se da en la presa del Jerte es la acumulación de basuras cada semana. A pesar de que hay papeleras, contenedores y carteles que piden que no se arroje la basura al campo, la UTE de limpieza acude cada lunes a limpiar, con ayuda puntual también de la brigada verde. Como ejemplo, el pasado domingo había un gran número de cartones de pizza por el suelo.

Ayer ya no estaban, pero cerca del agua sí había zonas con numerosas latas de bebidas, botellas y vasos de plástico, bolsas, trapos, e incluso una garrafa de aceite de cinco litros.

En este caso, Escanilla señala que la competencia de limpiar en el dominio hidráulico es de la Confedereción Hidrográfica del Tajo, por lo que «tendremos que volver a pedirle que lo limpie», pero también hace un llamamiento al civismo ciudadano. «Hay mucha gente cívica, pero son unos cuantos los que ensucian mucho».