El ayuntamiento no ha iniciado aún la obra del bulevar de Cañada Real como estaba previsto porque está negociando con las Hermanitas de los Pobres el retranqueo del asilo de ancianos. Según explicó ayer el portavoz del equipo de gobierno, Pablo Sánchez del Mazo, esta medida es indispensable para que el bulevar tenga la misma anchura a lo largo de toda la avenida.

Del Mazo indicó que "ahora la calle se estrecha en la zona del asilo y no tiene sentido hacer un bulevar más ancho en una zona y más estrecho en otra". Para solventar el problema, la solución que plantea el ayuntamiento es derribar el muro exterior de la fachada, de unos 20 o 25 metros, para ampliar la avenida la distancia necesaria, que no concretó y esto es lo que actualmente negocia con las monjas. El fin es comenzar cuanto antes la obra, lo que contrasta con el escepticismo que han mostrado los vecinos que no creen que el bulevar vaya a ver la luz.

Aunque el propósito municipal es llegar a un acuerdo, Del Mazo advirtió de que, de no ser así "habría que llegar a la expropiación" porque lo que no quiere el ayuntamiento es crear un cuello de botella y éste ha sido el origen del retraso y el único escollo para iniciar la obra.

De hecho, el bulevar debería estar terminado el 31 de diciembre porque se financia con fondos europeos y ahora el ayuntamiento tendrá que pedir una prórroga. Aún así, el portavoz dijo que su deseo sería comenzar la obra antes de final de año.