El nuevo gobierno del PSOE aún no tiene decidido si levantará la prohibición de aparcar en la plaza Mayor o mantendrá las señales de prohibido menos respetadas del centro histórico. De momento lo que ha levantado es la mano a juzgar por la saturación de coches que aparecen sobre todo por las tardes y de noche los fines de semana, manteniendo la misma política de Díaz.

Aunque la alcaldesa se ha manifestado esta semana a favor de prohibir el estacionamiento, no habrá ningún cambio tal y como anunció en su día el concejal de Urbanismo, Juancho Alvarez, hasta que el ayuntamiento disponga del anunciado plan de ordenación del tráfico. El cual será encargado a primeros de año cuando el gobierno de Elia Blanco haga sus primeros presupuestos.

PRIORITARIO EN EL 2004

La alcaldesa indicó que éste va a ser un asunto prioritario porque del informe depende que el centro avance o no en peatonalización. "La plaza --dijo de momento-- debe soportar tráfico rodado porque éste es un centro histórico dinámico, pero no debería aparcarse", si bien emplazó a disponer del informe técnico para ver si además de estético, es operativo. De hecho, el nuevo gobierno del PSOE no ha introducido aún ningún cambio en la ordenación el tráfico ni tampoco ha avanzado su filosofía en un asunto controvertido.

Sin embargo, Elia Blanco ha asegurado que el próximo año se abordará con sentido práctico porque también resaltó que "no podemos limitar el aparcamiento hasta que no haya suficientes aparcamientos". Lo dijo en alusión a la muralla de Higuerillas, pero es indicativo de la idea que tiene el nuevo gobierno.