El ayuntamiento acaba de ampliar la brigada canina de la policía local. A Llimi se ha unido Urko, también un pastor belga malinois, que ha cedido gratuitamente el agente local que ejerce de guía de Llimi, Juan Carlos Gutiérrez. De esta forma, si uno enferma o se lesiona, el otro podrá sustituirle y las tareas de detección de drogas no quedarán desatendidas, explica Gutiérrez.

El guía pasó ya por un curso de adiestramiento con Llimi en la academia de seguridad pública de Badajoz y ha seguido formándose y entrenándose. Vio la necesidad de contar con otro perro precisamente por una lesión de Llimi y decidió además comprobar "si podía adiestrar un perro sin ayuda. Pensé que, si salía bien, lo podría ceder a la policía y, si no, me quedaría con él", recuerda.

Así, compró un cachorro con buenos genes: "su padre trabajaba en búsqueda y rescate de grandes áreas y su madre en rescate de personas vivas" y comenzó a entrenarle con el mismo sistema que utiliza la policía en la unidad canina de Burgos. "Cuando Urko detecta que alguien lleva droga, no solo se para a su lado, sino que pega la nariz en el sitio exacto en el que está o ha estado la droga".

Gutiérrez destaca que esto es muy útil cuando se trabaja con menores o con mujeres porque "no te ves obligado a cachearles, no tienes que tocarles y casi siempre son ellos quienes directamente te dan lo que lleven".

En un primer momento, se dedicó a realizar ejercicios con el perro y después, comenzaron las pruebas reales. "Al principio, parecía muy patoso, pero ha demostrado ser muy bueno, sobre todo en exteriores, por la altura que tiene. Ahora se siente con más confianza y es más exhaustivo". Por eso, una vez que comprobó que trabajaba bien, se lo mostró a sus superiores y el intendente hizo un informe favorable, en el que manifestaba además la necesidad de contar con otro perro en la unidad antidroga.

MAS EFECTIVIDAD Gutiérrez lo defiende, no solo para cuando Llimi se lesione o enferme sino también porque "si en alguna ocasión tienes dudas sobre si alguien lleva o no droga, utilizas el otro perro y, si ya los dos marcan a la persona, pues no hay duda, te aseguras".

También la concejala de Interior, Sonia Grande, vio con buenos ojos la incorporación de Urko y pidió en un informe a la junta de gobierno su adquisición, gratuita y por un tiempo indeterminado. El ayuntamiento a cambio se ha comprometido a hacerse cargo de los gastos sanitarios y de manutención, así como de los daños que pueda ocasionar el animal.

Las principales áreas de trabajo de Llimi y Urko son actualmente los parques. Continúan yendo al entorno de los institutos, donde el trapicheo se ha erradicado, y también colaboran en los controles de vehículos y con la Policía Nacional y Guardia Civil y realizan exhibiciones.