Entre 15 y 20 vertidos de escombros tirados en zonas prohibidas de la ciudad tiene localizados el ayuntamiento. Este tipo de vertidos solo se puede realizar en la planta de reciclaje de residuos de Araplasa, pero ante la existencia de otros ilegales, el concejal de Medio Ambiente, Luis Miguel Pérez Escanilla, decidió realizar un inventario y a la vez ultima un protocolo de actuación para poner en marcha cuando se detecten casos.

El inventario lo ha realizado el personal de la brigada verde después de que Araplasa llevara a cabo una retirada masiva de escombros de vertidos con la financiación de la Diputación Provincial de Cáceres.

Sin embargo, volvieron a aparecer. El concejal fue a verlos y constató que "se trata de pequeñas cantidades y están en zonas concretas, como el Camino de la Pared Bien Hecha, el Camino de Las Huertas y San Lázaro", aunque apunta que en este barrio el volumen de vertidos ha descendido mucho.

Dado que siguen apareciendo, decidió realizar un inventario, en primer lugar, y en segundo, preparar un protocolo de actuación del que ya tiene un borrador que ha remitido a los grupos políticos de la oposición para que realicen sus aportaciones o alegaciones.

CON O SIN SANCION La intención del concejal es llevar el borrador a la próxima comisión informativa para que sea aprobado posteriormente por la junta de gobierno y entre ya en vigor. Escanilla adelantó que el protocolo lo que marca es que primero se identifique el vertido y después se inicie un expediente, lo que hará la policía local y que "puede o no acabar en sanción". También contempla una investigación por si es posible localizar al autor del vertido y su retirada, bien por el responsable o por el ayuntamiento.

Este es precisamente el protocolo que el edil quiere poner en marcha en el caso de los neumáticos abandonados en los Altos de Valcorchero. El PSOE denunció la semana pasada que se trata de un vertido "altamente peligroso" y que podría dar lugar a "otra Seseña", sin embargo, en opinión del concejal, "el riesgo real es muy bajo".

Se trata de unos 300 neumáticos agrupados que se utilizaron cuando se hizo la excavación de la urbanización para amortiguar el efecto de las voladuras. "Llevan allí desde el 2006 y, si llevan diez años, pueden esperar un poco más. Esto no es Seseña y me parece irresponsable crear pánico en la población".