La barbacana de la catedral es un espacio situado entre la seo y el palacio episcopal, que ha sido restaurado por alumnos de talleres de formación, pero permanece cerrada. Solo se ha abierto en momentos puntuales, en las celebraciones de la Noche Abierta y el Martes Mayor, y el motivo de que no reabra de forma permamente es uno: la seguridad.

Así lo manifestó el alcalde en el pleno tras una pregunta del concejal socialista Iván Sánchez. Según explicó Fernando Pizarro, las características del espacio hacen que pueda haber accidentes, como caídas. Además, dijo que "puede tener un mal uso" y recordó que tiene accesos directos al palacio episcopal, "donde trabaja y vive gente".

Por todo eso, desveló que "Patrimonio está estudiando cómo hacer frente a la seguridad del espacio" y apuntó dos actuaciones. Una, la necesidad de personal que se encargue de la vigilancia y dos, sistemas de vigilancia como refuerzo al personal.

En todo caso, señaló que, tanto para estas cuestiones como para poder reabrir la barbacana, es imprescindible la firma de un convenio "también por parte del Obispado y del Cabildo de la catedral" y dijo estar en conversaciones con el cabildo a través del vicario de patrimonio. Mientras, el espacio "se cuida y se abre en momentos puntuales".