La alcaldesa cree que la raiz del bajón que ha sufrido este año la feria según todos los sectores implicados es el cambio de costumbres, por lo que no debe achacarse a uno u otro equipo de gobierno. "Se ha producido un cambio sociológico y esto es una realidad no imputable a ningún gobierno", señaló Elia Blanco, que es partidaria de la renovación de la feria, aunque estudiando primero en profundidad de qué forma porque "hay muchos intereses contrapuestos".

Así, respecto a suprimir un día festivo, señaló: "Un día debe ser fiesta local, el otro, es discutible, pero eliminarlo tampoco soluciona el problema". A su juicio, es necesario una valoración profunda sobre temas como el día festivo, que las casetas paguen más o menos y dejen o no entrar a los no socios y dejó claro que "hay que adaptar la feria a lo que la gente quiere".