La alcaldesa lamentó ayer que las discrepancias con el gerente de la universidad popular, Julio Pérez, hayan desembocado en su dimisión --de la que dijo haberse enterado por la prensa-- pero explicó que la intención del gobierno del PSOE era hacerla más participativa por considerar que "era un tanto endogámica y había amiguismo" a la hora de contratar a los monitores.

Elia Blanco reconoció que "ha hecho una labor muy importante" y no puso reparos a la calidad de los cursos, pero indicó que "no podemos permitir que funcionarios municipales den clase y cobren por horas extras". Así, lamentó que no haya habido comunicación entre el gerente y la concejala de Cultura, Lidia Regidor, de quien dijo que "me consta que no le gustaba que había casos de amiguismo aunque no pongo en duda la cualificación de los monitores".

También cuestionó que "algunas actividades ofertadas entren en confrontación con empresas privadas y eso es hacer competencia desleal desde el ayuntamiento".