Al pivote de la calle Talavera se unirá en breve otro sistema para evitar que la calle sea un coladero de coches. Se trata de bolardos, iguales a los que delimitan el carril de vehículos en la plaza de las traseras de la Uned, que se colocarán en ambos márgenes de la calle y terminarán así con las vallas que ahora impiden el acceso del tráfico.

Esta es finalmente la decisión que ha tomado la concejala de Obras, Mónica García, después de que la semana pasada explicara que las vallas seguían cerrando la calle casi tres meses después de que se acabara la obra de pavimentación porque el pivote está mal colocado, ya que pueden colarse los coches por ambos lados.

En principio, la edil habló de hacer algún tipo de modificación, pero ayer, tras reunirse con la empresa responsable de la instalación de los pivotes, decidió colocar un nuevo obstáculo para los vehículos, los bolardos. "No va a ser necesario mover la pilona porque para que no se cuelen los coches por los laterales vamos a instalar bolardos que delimiten la zona peatonal".

Sin embargo, no es la única obra necesaria antes de eliminar las vallas porque la concejala desveló ayer que el pivote aún no está listo para entrar en funcionamiento. Por eso, su intención es reunirse hoy mismo con la empresa Araplasa para pedirle que termine la instalación y que pueda volver a funcionar y también para que coloque los bolardos lo antes posible y así poder quitar las antiestéticas vallas que, por cierto, están desplazadas y se cuelan los coches.