Una persona que sabe de fontanería gasta una hora de su tiempo en arreglarle un grifo a otra y a cambio, tiene derecho a que otra persona invierta también una hora en ayudarle en tareas sanitarias, domésticas o de cualquier otro tipo.

Así funciona el denominado banco de tiempo , el primero que existe en la ciudad, de la mano del colectivo El Bordón y cuyo objetivo es interconectar a los participantes para que se ayuden mutuamente a cambio, no de dinero, sino de tiempo. "Se trata de una oferta y demanda de tiempo y tareas, un voluntariado recíproco", explicaba ayer el presidente del Bordón, Jesús Muñoz. Durante un año, solo sus socios podrán participar --ser socio es gratuito-- y pueden informarse en pruebanostop.com/elbordon .