Las parcelas por edificar, paralizadas por el ayuntamiento, dan pie cada fin de semana a pequeños botellones, a carreras de motos y hasta a recibir a las parejas en las zonas más oscuras, por lo que la asociación de vecinos ha pedido públicamente vigilancia policial, sobre todo durante las noches de los fines de semana.

La otra gran demanda vecinal es más de futuro, porque a falta de edificarse buena parte de la urbanización, ya han empezado a darse problemas de presión del agua. Pero, de momento, la dirección del colectivo, que es provisional, se ha centrado en la organización de las que serán las primeras fiestas de la urbanización.