La directora del centro placentino de la UNED, Consuelo Boticario y el exalcalde socialista Cándido Cabrera recibieron ayer los títulos de hijo adoptivos durante el transcurso de un pleno extraordinario, que se celebró excepcionalmente en el teatro Alkázar. El nombramiento de ambos fue aprobado por unanimidad del pleno municipal.

La entrega del título se ha producido por iniciativa de la propia alcaldesa, Elia María Blanco, "a petición del gran número de amigos de ambos, que me pedían que les concediéramos los títulos", según puntualizó Elia Blanco durante el acto. A ambos se les entregó primero una medalla con el escudo de armas de la ciudad en el anverso y el busto del abuelo Mayorga en el reverso. Posteriormente, se les otorgó un diploma acreditativo donde se refleja su distinción.

La alcaldesa realizó primero una semblanza de Consuelo Boticario y explicó que el galardón a la directora de la UNED en Plasencia está justificado por el "incansable trabajo profesional y docente de Consuelo Boticario como investigadora, decana de Ciencias y directora del centro universitario".

En referencia a Cándido Cabrera, el objetivo del galardón "es reconocer los méritos y logros alcanzados por Cándido en su trayectoria empresarial y política como alcalde al frente del Ayuntamiento de Plasencia". La alcaldesa ensalzó el origen humilde de los dos galardonados y explicó que sus familias "fueron emprendedores que crearon riqueza y cooperaron en el desarrollo de la región". Blanco puntualizó que la concesión de ambos títulos "no responde a un acto de generosidad, sino de agradecimiento".

Consuelo Boticario fue la primera en agradecer el título y dijo sentirse "emocionada, agradecida, orgullosa y satisfecha". Boticario explicó que nació en Cañaveral y se doctoró en Farmacia por la Universidad Complutense, pero su pasión siempre fue la docencia y la educación. Tras su etapa como profesora y decana de Ciencias en la UNED en Madrid, en 1996 se traslada a Plasencia para dirigir el Centro de Educación a Distancia.

"Siempre he querido hacer de Plasencia una ciudad eminentemente cultural", puntualizó Boticario, aseverando que ha puesto mucho empeño en dotar a la UNED placentina de una sólida extensión universitaria, así como de cursos de verano, "en los que traemos a los mejores ponentes y por los que han pasado casi un millar de alumnos". Boticario señaló también que el galardón "me produce un gran sentimiento de responsabilidad hacia esta ciudad, que me acogió desde el primer momento".

Cándido Cabrera nació en Talaván y a los 14 años se trasladó a Plasencia para vivir con sus abuelos, en el actual convento de San Francisco, "donde residía en convivencia con otras familias". Cabrera se emocionó al recordar a su esposa Milagros, "que hoy no ha podido acompañarme porque está muy enferma", señaló con la voz entrecortada. Antes de comenzar su carrera política, Cabrera fue gerente y propietario de la Compañía Extremeña de Aceites y Cereales (CEXAC). Su entrada en la vida política se produjo como concejal en 1983, siendo alcalde José Mariño Roco. "En aquella época no tenía ni idea de lo que era una corporación municipal" --reconoció Cabrera-- "pero todas las muestras de afecto recibidas me hacen pensar que algo bueno tuve que hacer".

En 1991 ganó la Alcaldía por primera vez para el PSOE, "aunque no me afilié a las listas del partido hasta un año después", puntualizó. "Me siento orgulloso de Plasencia, la ciudad que no me vio nacer pero que llevaré hasta la muerte en mi corazón, porque siento que pertenezco ya a su historia".