La obra del bulevar de Cañada Real está pendiente de la negociación con las monjas del asilo de ancianos. La concejala de Urbanismo, Mónica García, explicó ayer que el ayuntamiento está a la espera de una reunión para decidir si los 1.000 metros que necesita para no estrechar el bulevar los adquiere por compra o permuta, como ya anunció la alcaldesa en julio.

Ahora, los técnicos municipales están elaborando dos proyectos por si la negociación fracasa y el retranqueo del asilo no es posible. Aunque la obra debería finalizar en diciembre, García no descartó pedir una prórroga.