El presidente de la gestora del PP, Anselmo Díaz Cabello, lanzó ayer un mensaje a los críticos con la presencia de exmilitantes afines a José Luis Díaz en la asamblea para que hagan un esfuerzo por aparcar las rencillas personales y alcanzar un pacto de gobierno que desplace al PSOE de la Alcaldía. "Si queremos empezar a superar esto con sinceridad --recalcó-- lo que debemos hacer es ser más generosos que nunca y dejar unas legítimas cuestiones personales a un lado".

Aunque puntualizó que sólo invitó a la asamblea a uno de los exmilitantes que se fueron con Díaz, también dijo no parecerle un problema fundamental porque "aquí no ha habido un problema ideológico, sino un enfado entre dos partes y allí hubo personas que han tenido un compromiso con el PP de muchos más años que yo independientemente de lo que hayan hecho estos meses". Militantes tan destacados como la portavoz municipal, Victoria Domínguez, cuestionó en radio la presencia de los antiguos afiliados.

Por lo mismo, insistió en que "no puedo entender actitudes de militantes del PP que se niegan a un acuerdo y prefieren que gobierne el PSOE". Si es así, pidió que se diga y por eso valoró positivamente la asamblea como foro necesario de diálogo, sin tener que "desahogarse en los bares o en la mesa camilla".

Así, indicó que es público y notorio que aún hoy existen "dos sensibilidades" en la militancia como candidatos hubo del centro-derecha e insistió en aparcar los radicalismos para lograr la unidad. Reiteró la voluntad de la dirección del partido de sentarse a dialogar con el grupo de Díaz y Raquel Puertas en el mixto en cuanto éstos quieran. Sin condiciones a priori y destacó que "quede claro que yo no lo hago por ambiciones personales. Yo tengo la responsabilidad de dejar al partido en las mejores condiciones y para ello es muy importante lograr el ayuntamiento".