A unos 20.000 euros asciende el valor de los cables del alumbrado público robados en las traseras del barrio de Guadalupe, el parque de los Cachones y el ferial, lo cual, sumado a los gastos de reposición, supone unas pérdidas considerables para las arcas públicas, a lo que hay que añadir el perjuicio ocasionado a los vecinos por los apagones. Según fuentes policiales, la cifra es la valoración económica que acompaña a la denuncia presentada, varios días después del robo, por el ayuntamiento.

Este retraso obligó a la Policía Nacional a dejar marchar la semana pasada a tres individuos después de pillarles in fraganti descargando de una furgoneta en San Lázaro cables supuestamente procedentes del robo. Algunos otros se encuentran, eso sí después de haberlos abierto en canal para sacar el cobre, tirados en el primer camino que se desvía a la izquierda nada más tomar la carretera de la Vera.

Al elevado valor del cobre se atribuye el robo de los más de mil metros de la red pública. 2,20 euros el kilo, en bruto, según las chatarrerías consultadas. Lo que lo hace apetecible para los amigos de lo ajeno mientras la oposición instó ayer al concejal de Seguridad Ciudadana, Blas Raimundo, a extremar la vigilancia. El edil José Luis Espinosa le dijo, después de preguntar si el consistorio había denunciado ya el robo, "póngase a trabajar, señor Raimundo".

El ayuntamiento sí ha puesto ya la denuncia en cuestión y, según la comisaría, la policía tendrá que buscar a los tres individuos que identificó cargados supuestamente con el material robado. Mientras, operarios municipales han tenido que trabajar a destajo para reponer el material, aparcando otros trabajos, cuando no ha tenido que contratar servicios de empresas para restablecer el servicio público.