El secretario local del PSOE, Juancho Alvarez, y Cándido Cabrera, el presidente honorífico, acusaron ayer con nombre y apellido al diputado regional, Félix Dillana, de ser el instigador de las dimisiones habidas en el comité local para hacerse con su control "y seguir mangoneando" por lo que hicieron un llamamiento a la ejecutiva provincial para que reconsidere la disolución anunciada "y no demos más el espectáculo".

Alvarez y Cabrera comparecieron juntos en la sede del partido, donde la tarde anterior el secretario provincial de organización, Juan Manuel Hernández, trató de entrar acompañado por el propio Dillana para hacerse cargo de la agrupación local. "Pero aquí sólo estaba yo --relató Cabrera-- y le dije que no se entraba sin conocimiento del secretario y nos fuimos a un bar".

EL TIMO Desde entonces aseguran no haber recibido comunicación oficial alguna del partido, pero sí los escritos de tres de los dimisionarios que dicen haber firmado engañados porque "se les dijo que era el procedimiento administrativo rutinario para convocar asamblea de renovación". Así las cosas, Alvarez resaltó que "este comité no sabe aún quiénes han dimitido, pero no la mitad más uno, sino un tercio y desde luego no son la columna vertebral del comité, sino vocalías porque la dirección no".

Cabrera se mostró muy enfadado: "Esto no es jugar limpiamente" y el secretario local avisó de que "esto es un ataque personal para desprestigiarme porque no soy dócil, pero anuncio que tengo más ganas que nunca de recuperar la libertad del partido" y que se presentará a la reelección para contratacar lo que no dudan una maniobra de Dillana --a quien el Periódico trató sin éxito de localizar ayer-- para colocar a sus acólitos.