Un chopo de grandes dimensiones se ha partido por su tronco, cayendo sobre un banco situado en uno de los paseos del río. La caída no provocó daños personales, aunque sí dejó inservible el banco, pero sobre todo, viene a recordar la petición del Ayuntamiento de Plasencia a la Confederación Hidrográfica del Tajo de eliminar la masa forestal muerta o enferma de las riberas.

El motivo esgrimido por el alcalde y el edil de Medio Ambiente, Luis Miguel Pérez Escanilla, en octubre del año pasado, en una reunión con el presidente de la confederación, fue precisamente la seguridad de los viandantes.

En respuesta, en diciembre acudieron a la ciudad una ingeniero y otros técnicos, que recorrieron con el alcalde y el concejal las riberas del río. Estos pidieron, además de eliminar los árboles enfermos o muertos, la reducción de la arboleda en los puentes y la eliminación de las ramas que forman pequeñas presas en las pesqueras.

Los técnicos vieron el estado de las riberas y tomaron fotografías. Además, según el alcalde, pidieron fotografías y videos que el ayuntamiento ha realizado con el dron. Después, «la ingeniero realizará un informe, que pasará al presidente de la Confederación», dijo Fernando Pizarro.

Es lo último que se ha sabido porque, hasta la fecha, la CHT no ha actuado. Solo la brigada verde municipal desbroza y ha retirado el último árbol caído.