El nuevo pavimento de la calle de Sol, correspondiente a la segunda fase de la obra, estará colocado en aproximadamente tres semanas, según los cálculos del encargado de la obra. Cuando se cumplen justo 18 días de su inicio, la UTE Casma, Molhiere y Araplasa ha renovado ya los servicios de dos tramos y ayer comenzó a levantar el tercero. El encargado afirma que se están cumpliendo los plazos, es más, cree que la obra habrá terminado antes de los cuatro meses previstos para su ejecución.

Además, destacó que hasta ahora sólo tres comercios han tenido que cerrar y el cierre nunca ha llegado a los tres días, cumpliendo así el compromiso que adquirieron ante el ayuntamiento y los comerciantes. La más perjudicada ha sido la joyería de la plaza Quemada, que cerró dos días y medio, Barón ha cerrado uno y Confecciones Paco tuvo que cerrar ayer, aunque sólo por unas horas, al continuar la obra por un nuevo tramo. Al resto de afectados se les ha facilitado el acceso mediante tablones. Respecto a la zona levantada ayer por las máquinas, que llamó la atención por estar bastante alejada de la plaza Quemada, el encargado explicó que "las aguas de saneamiento van en pendiente por la calle en dirección a esta plaza, así que para no ir en contra de la corriente, hemos abierto al final del tramo y no al comienzo".

Así, ahora renovarán el saneamiento, abastecimiento y alumbrado hasta el cruce con la calle Vinagras y de ahí en adelante dejando accesos por las calles Toro, Pollo y Maldonado, de forma que los que transitan a diario puedan desviarse fácilmente. Pero a la vez, los operarios van a cubrir con hormigón los tramos acabados de la plaza Quemada, de 27,52 y 15,36 metros, "porque de esta forma lo hacemos transitable y evitamos las molestias de la tierra y el polvo, queremos causar las menores molestias". Inmediatamente después llegará el pavimento.