Un camión de una empresa constructora se llevó ayer por delante hasta tres arcos de la iluminación navideña en la avenida Alfonso VIII, lo que convirtió a esta céntrica calle en un caos de tráfico. Ocurrió pasadas las cinco de la tarde y, al quedar uno de los arcos partido por la mitad en la calzada, la circulación se colapsó y la policía local tuvo que regular el tráfico durante cerca de dos horas, según informaron desde la jefatura.

El camión estaba cargado de ferralla y, según su conductor, su altura era de cuatro metros y no superaba la permitida por la ley. Aún así, arrancó uno de los arcos, que quedó sobre el camión, partió otro y un tercero quedó colgando a una altura inferior a la que había sido instalado, por lo que impedía el paso del autobús urbano y la policía incluso tuvo que alzarlo para que pasara una furgoneta. Al final, hubo que llamar al electricista municipal para que cortara los cables que lo sujetaban porque entorpecía la circulación.

Mientras tanto y para desesperación de los conductores, se formaron largas colas en la avenida Calvo Sotelo, la del Valle y la propia Alfonso VIII y José Antonio hasta que poco antes de las siete de la tarde la circulación volvió a la normalidad.