Me juego el reintegro del Niño a que Elia Blanco, Miguel Cantero y Victoria Domínguez le han pedido lo mismo a los Reyes Magos y hasta Luis Ranilla, aunque sea republicano. El uno porque el PP no ha escondido que sea su candidato a la alcaldía para las elecciones municipales de mayo aunque tiene de los nervios a los que se creen merecedores de seguir o de incorporarse a la lista y lo único que han escuchado de su boca es renovación, renovación...con la venia del partido. Y el otro porque intervención divina va a necesitar Izquierda Unida para volver a tener representatividad municipal por mucho que su candidato sea ateo.

La una porque aunque el PSOE aún no haya proclamado que es la elegida, no sabrá que hacer para sacudirse de encima tanto cortesano que se juega los cuartos y tanto nostálgico del poder que reivindica sus años de partido visto que el 4 de febrero es la fecha tope para cerrar la candidatura. Que yo digo lo que Raphael, qué sabe nadie...lo que tendrán esos sillones. Y la otra porque donde las dan, las toman y al PP de Carlos Floriano le crecen los enanos y porque aunque no acabe yo de comprender esa filosofía de vida que arrastra a fastidiar a quien te ha fastidiado, lo cierto es que está en su derecho de concurrir a las elecciones. Como Sofía Mazagatos, to quisqui quiere estar en el candelabro y esto se anima. Yo, como imagino que Puertas, he pedido madrecita, madrecita, que me quede como estoy y que Dios reparta suerte. Con eso ya me doy por satisfecha.